No lo entiendo. O no quiero entenderlo. Me niego, no quiero que sea real. Demasiado fuerte para asimilarlo. Miéntanme. Díganme que hubo un error, que fue una equivocación. Que mañana voy a poder irte a visitar a tu casa, abrazarte, y poder decirte cuánto te quiero. Que a partir de mañana mismo voy a llamarte por todo lo que no te llame antes. ¡Por favor, díganmelo! No me gusta esta cruel realidad. Me niego a entenderla. Cada vez que vuelvo a pensar en lo sucedido luego de tomar un respiro de fumar tanta realidad junta vuelvo a caer. No lo entiendo, no puede ser real. No puede ser que te fuiste para siempre y no te voy a ver hasta que yo también pase por el ascensor en el que voy a apretar el botón cielo solo para volver a verte.
10.9.09
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario